¿Dónde comer en París?

París es la ciudad del amor, de las luces y el arte, pero sobre todo, una de las capitales de la gastronomía mundial. La mejor cocina francesa, unida a una gran oferta culinaria internacional, solo la encontrará en la ciudad parisina. Esos sabores y esas experiencias no se encuentran en otras grandes ciudades del mundo.

La cocina francesa es refinada, creativa y muy original. Estas características son un reclamo muy valioso para que muchos gourmets se sientan atraídos por la gastronomía francesa. En muchas ocasiones, se identifica con «cocina nueva», y es mundialmente famosa por su capacidad para hacer preparaciones imaginativas. A pesar de todo esto, a los franceses les encanta comer de forma muy sencilla.

Cocina francesa

Tendemos a pensar que la cocina francesa significa solamente disfrutar de platos refinados preparados por grandes chefs estrella, pero no es así. La cocina francesa no es solo la que se sirve en los restaurantes más sofisticados de la capital, sino también son sus tradicionales bistró y sus especialidades regionales, compuestas por platos más sencillos, genuinos y asequibles para todo tipo de bolsillos.

La gastronomía francesa tiene una larga tradición histórica, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. Cada región de Francia tiene su propia tradición culinaria. Existen muchos platos típicos franceses de los que hay una gran cantidad de variaciones, y de hecho, los gustos, aromas o ingredientes utilizados en la preparación, varían del norte al sur de Francia.

La famosa chef Rachel Khoo, autora del libro «The Little Paris Kitchen» advierte: «El resto del mundo ha olvidado lo deliciosa que puede ser la cocina francesa, la ha dado por sentada y la ha reducido a una imagen banal estereotipada de platos pasados de moda, tremendamente compleja y con toneladas de mantequilla».

Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Como prueba de su excelencia, la Unesco incluyó la cocina francesa en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010. Este gran reconocimiento fue obtenido gracias a factores como productos de calidad, cuidada elección de los platos, combinación de platos y vinos, y estética en la mesa.

Una parte importante de cualquier viaje es conocer los hábitos culinarios del país que se visita, así que seguirnos en este extraordinario viaje gastronómico, deambulando por las especialidades de la cocina francesa en París, que a buen seguro os encantarán.

Que comer en un restaurante francés en París: menús y cartas

La configuración típica de cualquier comida francesa contiene 3 platos : los entrantes y / o primeros platos (entremeses o entrantes), los platos principales o el plato principal (los platos) y el postre.

Se puede pedir à la carte, elegir lo que quieras de la carta del restaurante, o compartir menús completos, donde se pueden escoger 2 o 3 platos por un precio determinado. Esta última opción es más ventajosa que escoger platos individuales (por ejemplo, entrante + plato, plato + postre o entrante + plato + postre). Algo que tenéis que tener en cuenta es que, las bebidas (boissons) casi siempre quedan excluidas. Esto puede hacer que el precio final de la comida se encarezca.

Entrantes

Los entrantes (plato principal / entrante) se componen, generalmente, de ensaladas (salades), pâté o terrine de carne o pescado, platos en escabeche y verduras crudas (assiette de crudités), embutidos (charcuterie), sopa de verduras (potage), sopa (soupe), caldo concentrado (consommé), huevos (especialmente oeufs pochés) y, para los paladares más refinados, platos de ostras (Huîtres), crustáceos (crustacés) y mariscos (fruits de mer).

Plato Principal

El plato principal de la comida se divide entre carnes (viandes) y pescados (poissons), con sus guarniciones (guarniciones), principalmente patatas, en todas sus formas y cocciones (pommes de terre): patatas fritas (frites), hervidas o croquetas (Dauphine), salteados en una sartén (sautées). Otros platos secundarios frecuentes son las judías verdes (haricots vert), verdura cocida o a la plancha, legumbres  (legumes) o arroz.

Postres

Y no se puede terminar una buena comida sin un buen postre, que no solo incluye los postres en sí, principalmente rellenos de crema batida (chantilly). También se suelen servir quesos (fromages), ya que Francia es un país con una gran tradición en la elaboración de quesos. Se estima que en el país galo se producen más de 350 variedades de queso, la mayoría elaborados con leche de vaca, oveja y cabra. Los más famosos son el Brie, Camembert, Emmental, Roquefort, Beufort o Colommiers, por citar algunos.

Respecto a la fruta a fresca, a diferencia de lo que ocurre en otros países de sus alrededor como España, rara vez se sirve en los restaurantes.

Especialidades francesas, platos típicos y postres

Los crêpe son un símbolo de la gastronomía francesa. La forma de elaborarlos son muy variados, desde dulces a salados, aunque el más conocido es el crêpe Suzette, relleno de jugo de naranja y bañado con Marnier (licor). Estas delicias las podréis encontrar en cualquier crepería o caseta ambulante que hay distribuidas por diferentes puntos de la ciudad.

La baguette es pan francés más famoso del mundo. Los expertos destacan de esta variedad de pan su forma cónica y su crujiente corteza. Para los franceses, la baguette no es un simple «pan» para acompañar las comidas en París. Se trata de un símbolo y una verdadera institución en la capital y en otras ciudades del país.

El Escargot es otro sabroso plato de la cocina parisina y francesa. Se elabora con caracoles, siguiendo la receta típica bourguignonne, con perejil, ajo, mantequilla, pimienta y sal. A pesar de que hay otras recetas para elaborar con caracoles, esta es la más conocida. Aconsejable acompañar con una buena copa de vino Pinot Noir.

Otra especialidad es la tortilla francesa, rellena de queso y otros ingredientes al gusto. Si vais a Paris, no podéis iros sin probarla.

El Foie Gras es otro de los productos típicos de la cocina francesa. Suele ser de oca o de pato y destaca por su sabor delicado y sabroso. Un auténtico placer para el paladar.

Los amantes de las sopas y los caldos disfrutaréis mucho con con el soupe à l’oignon, una sopa elaborada a base de cebolla. Puede parecer un plato pobre, sobre todo si hablamos de Francia, pero os recomendamos probarlo, sobre todo en la temporada de invierno, donde las temperaturas son muy bajas y apetecen cosas calientes.

Uno de los grandes clásicos de la gastronomía francesa es el boeuf bourguignon, un plato que tenéis que probar durante vuestro viaje a París. El plato consiste en un sabroso estofado de ternera, aromatizado con vino de Borgoña. Si os gusta la carne, tenéis que probar el Chateaubriand y el Filet Mignon (filetes de ternera con pimienta negra molida y dorados en una sarten a fuego fuerte).

El quiché es un tipo de pastel salado, preparado con masa quebrada y relleno de varias formas según el gusto. La versión parisina incluye un relleno de bechamel, jamón ahumado y gruyère. Muy rico y sabroso.

Por último, no os podéis ir de Paris sin probar los macarons, un refinado dulce, símbolo de la pastelería francesa, compuesto por dos discos de merengue y pasta de almendras  y rellenos de una exquisita crema. Podéis comprar una caja pequeña y regalarlo a vuestros familiares y/o amigos a vuestra vuelta.

Finalmente, otro símbolo de la deliciosa y refinada pâtisserie française son los canutillos o éclairs. Se trata de pasteles típicos franceses elaborados con pasta choux, con una forma alargada típica y rellenos, generalmente, de chocolate (éclair au chocolat). También los podemos encontrar rellenos de crema de vainilla, chantilly y frutos del bosque.

Dónde comer en París: restaurante, bistró, brasserie

París es una ciudad con infinidad de restaurantes, una selección tan amplia que, en ocasiones, puede llegar a marear y crear cierta confusión. Pero, al mismo tiempo, la ciudad nos ofrece casi un restaurante para cada temporada del año y un plato para todos los gustos. Se puede decir que París tiene un plato para cada paladar.

Los lugares más típicos para probar la cocina francesa, tanto tradicional como moderna, son los Bistró y las Brasserie. Los Bistró se pueden comparar con  trattorias o bares, los cuales se caracterizan por una cocina sencilla, aunque de gran tradición popular, una buena carta de vinos, un servicio informal y una factura aceptable. Por su parte las Brasserie, nacieron como lugares de producción y consumo de cerveza, aunque con el tiempo se han ido transformado en verdaderos restaurantes donde degustar los platos típicos de la tradición parisina. En las brasserie también podéis sentaros a tomar algo en compañía, ya sea una copa de vino, una cerveza, un té o un café.

Como ocurre en otras grandes ciudades del mundo, junto a la cocina tradicional autóctona, en este caso cocina francesa, también encontraréis especialidades culinarias de todo el mundo.

Precios para comer en París

Si hay algo que tenemos que tener presente en París es que comer bien sin gastar demasiado es una tarea difícil, aunque no imposible. En términos generales, podemos considerar:

  • Restaurante barato > 20/25 € por persona
  • Restaurante medio > 30/40 € por persona
  • Restaurante gama alta (quizás con alguna estrella) > 60/300 € por persona (por ejemplo, famosos restaurantes Jules Verne y el Tour d’Argent)

Pero ojo, no debemos confundir París con el resto del país. En las afueras de la capital, es posible comer muy bien sin vaciar toda nuestra cuenta bancaria.

París es una ciudad que atrae cada año a millones de trabajadores y turistas de todo el mundo. Como resultado, la demanda es mucho mayor y los precios suben, a pesar de que la calidad no siempre es la mejor.

La comida es parte fundamental del viaje, por lo tanto, ¡Bon Appétit!